Es necesario aprovechar el talento y la experiencia de los mayores
Esta situación merece algunas reflexiones sobre el mercado de trabajo.
Recuerdo que allá por los años 90 se impuso, casi como una moda, el concepto y práctica de lo que se llamó “reingeniería” y/o “reestructuración”. Por lo que vi la implementación terminaba en la desvinculación de un indeterminado número de personas, la mayoría de ellas eran las más antiguas: mayor edad y sueldos más altos. Reemplazadas por personas más jóvenes y con menores salarios. Las consecuencias para muchas empresas fueron desastrosas por los errores y pérdidas que se sucedieron, hasta incluso en muchos casos se vieron obligadas a reincorporar a esas personas.
La inmediatez con la que en estos momentos se tratan de resolver las cosas no va acompañada de la verificación de la solución ni de la calidad de la misma, la consecuencia es una pérdida, no cuantificada, que pasa a ser parte del repertorio de los costos ocultos de las empresas (costos que no aparecen en los balances).
¿Por qué? Porque la inmediatez va de la mano de la improvisación y la improvisación va de la mano del error. ¿Está mal equivocarse? No. Salvo cuando pudo haberse previsto y evitado.
¿Cómo? Dándose un poco más de tiempo para evaluar bien el momento de la decisión. Para eso es necesario experiencia…y talento. ¿Y quién puede aportar ambas cosas? Personas con conocimiento y trayectoria. ¿Quiénes son? Habitualmente personas de más de 50 años.
Bienvenida la juventud, en la pymes familiares soy un ferviente defensor del lugar que deben ir ocupando las nuevas generaciones, el mismo fervor puesto en respaldar la experiencia y el conocimiento de las generaciones más antiguas.
Es una pena que las empresas no tomen en cuenta la experiencia y el talento de personas mayores de 50 años. No hago una apología de la edad, talentosos y mediocres existen en todas las generaciones.
En mi experiencia, sobre todo en las pymes, los que terminan “sacando las castañas del fuego” son las personas con más trayectoria y experiencia, incluso, un poco a contramano de lo esperado, se han adaptado rápidamente a las nuevas condiciones de trabajo impuestas por la actual situación del covid 19 y la cuarentena.
También veo en las empresas familiares la importancia de los “más viejos” al momento de tener que resolver problemas importantes. Son los mejores consultores para las generaciones mas jóvenes.
Es una pena que se desperdicie el talento por considerar a una persona sobrecalificada para un puesto. Es cierto que tanto la sobrecapacitación como la subcapacitación son factores desmotivantes, pero también es cierto que depende de la capacidad de los directivos de la empresa el saber aprovechar al máximo la capacidad de cada uno de sus empleados sean jóvenes o “mayores”.
La ecuación más beneficiosa para una empresa es integrar la experiencia y el talento de los mayores con la energía, los nuevos ojos y el talento de los más jóvenes. No son excluyentes son complementarios.
¿Qué se puede hacer? Confiar. Apostar al talento y la experiencia.
*Eduardo Press. Consultor en Empresas Familiares.