GUCCI, LA OBSESIÓN DE UN IMPERIO FAMILIAR

Las ambiciones de la familia Gucci, vistas desde la óptica cinematográfica, y  desde el análisis de la empresa familiar con el paso de las generaciones,  combinan una cambiante y acelerada obsesión comercial, carente de una  visión alineada, con una sed de venganzas. Este protagonismo causa que la  historia se centre en su trayectoria emocional y en el marco de sus personajes,  causando que la empresa familiar pase a un segundo plano y centrando la  atención en el dramático divorcio, la rivalidad con la amante de su esposo y  la exagerada amistad con su cómplice, Pina Auremmia.  

                                                        

                                           Alfredo achar                                  Raúl Serebrenik

LA FAMILIA EMPRESARIA 

“Su historia es el prototipo perfecto de la antítesis de lo que es una empresa  familiar longeva, y solo agrava la imagen negativa de las empresas familiares;  de hecho, lo único que quedó del legado de Gucci fue la marca” Raúl Serebrenik  

Más que la leyenda de la familia Gucci, es una amarga recordación del  pésimo manejo de la empresa familiar, con la mezcla de éxito que pueden  traer las relaciones interpersonales sacando lo mejor en algunos casos, pero  también lo peor de las personas, en otros. Su historia resultó ser un ejemplo  emblemático de cómo llevar la familia y el negocio al declive.  

Lo tenían todo: estilo, fama, éxito, nombre, ambición, un enorme ego,  rivalidad entre los miembros de la familia, e incluso una historia  cinematográfica que agrega el asesinato del marido. Los Gucci se podrían  utilizar como ejemplo en los textos académicos, como un caso de todo lo  malo que puede ocurrir en una empresa familiar y cuál puede ser el  desenlace cuando no existe una madurez corporativa, ni societaria, ni empresarial, y menos familiar.  

El patriarca fundador fue el gigante de la moda italiana Guccio Gucci, quien  fundó su empresa en Florencia a principios del siglo XX. Antes se desempeñó  como botones en un Hotel en Londres: El Savoy. Con su capacidad de  observación notó el rol que juega el equipaje, las carteras y los bolsos como  un gran símbolo de prestigio y de estatus para los más acaudalados, en  especial para la sociedad emergente. Así que, cuando estuvo de regreso en  Italia, aprendió el oficio de procesar el cuero lanzando su propia línea de  maletas, carteras y bolsos de alta calidad.  

Escalando en el mundo de la moda, logra posesionarse como un líder de  tendencias y marca. Gucci se volvió un símbolo de artículos de prestigio para  las clases adineradas, estrellas de cine, la realeza, las herederas, e incluso las  primeras damas europeas y del mundo.

 

Segunda Generación 

Cuando Gucci murió en 1953, Aldo, el mayor de los tres hijos, tomó el control  del negocio y con su astucia internacionalizó la marca llevándola a Estados  Unidos e inclusive al otro extremo del mundo: Japón. Él creía que la gente no  necesitaba viajar precisamente a Milano, en Italia, para comprar sus  productos, sino que muchos preferían comprar en Nueva York, Los Ángeles,  París, Tokio o Londres. 

Vasco Gucci, hermano de Aldo, murió sin dejar hijos en el año 1974, ahí la  empresa divide sus acciones al 50% y 50% entre Aldo y Rodolfo, ya que la  hermana no heredó acciones a pesar de haber colaborado en la empresa y  con su padre para sacarla adelante en sus comienzos. Posteriormente, Aldo  le dio a cada uno de sus tres hijos el 3,3% de las acciones, dejándolo con el  40%, mientras que su hermano se quedó con el 50%. Con todo y esto, Aldo  mantuvo el control de la empresa estable y rentable durante su período de  participación, a pesar de los diferentes problemas que surgieron con las  autoridades de impuestos en los Estados Unidos. 

Si bien Rodolfo no jugaba un papel operativo relevante, su relación con Aldo  no obstaculizó la gestión de internacionalización de la empresa, sobre todo, de la marca. 

 

La Tercera Generación Gucci 

Los problemas salen a la luz, cuando parte de la tercera generación Gucci  comienza a asumir algún rol más activo en la administración de la empresa.  Primero, el hijo de Aldo, Paolo, tenía sus propias intenciones y visiones de crear  una línea de moda propia. Pero una vez, su padre y su tío lo rechazaron, él  procedió a sus espaldas generando que se cortaran todos los lazos de  negocios. En el año 1982, en una entrevista con la revista People, Paolo  mencionó: “Quería que la empresa familiar creciera, y hacer que el negocio  creará líneas más modernas, pero mi familia tiene conceptos arcaicos de los  negocios, así que me convirtieron en una especie de oveja negra”. Paolo, posiblemente, estaba buscando venganza al exponer los problemas fiscales  de su padre en USA, por la cual, Aldo cumplió condena en una prisión federal.  

Al morir Rodolfo en 1983, y teniendo un solo heredero, su participación del 50%  pasó a manos de su hijo Maurizio, quien se asoció con Paolo para tomar el  control de la empresa. Este arreglo, sin embargo, no duró mucho. Pronto los  primos se enfrentaron entre sí y cuando Maurizio se vio envuelto en problemas  con las autoridades por diferentes causas, tuvo que a huir a Suiza. Una vez  más, Paolo se encargó de alertar a las autoridades. 

 

La ambición inapropiada rompe el saco  

Tanto Maurizio como Paolo consiguieron lo que querían, pero con resultados  desastrosos. Paolo logró finalmente lanzar su propia línea de moda que tuvo  un fracaso devastador, y Maurizio logró tomar el control de la empresa, casilogrando destruirla. Para el año 1991, la empresa Gucci tenía un valor en  negativo, y Maurizio, siendo un gastador compulsivo y acostumbrado a un  tren de vida insostenible, y posiblemente con una enorme deuda personal,  entra en conversaciones con la firma Investcorp para que realizaran la  compra de la parte de Paolo y posteriormente la de Aldo, pero finalmente  obligaron también a Maurizio a abandonar la empresa. De esta manera y  paradójicamente, solo en manos de un tercero fue posible resucitar la marca  y llevarla a niveles superiores a los de su antigua gloria.  

Posteriormente, la exesposa de Maurizio, Patrizia Reggiani, descarga su  resentimiento contra este, desencadenando un final trágico. En el año 1995,  Maurizio fue asesinado a tiros por criminales contratados, un crimen por el cual  Patrizia fue juzgada y sentenciada a 29 años de prisión. 

 

Los Gucci hoy en día 

Poco después de la muerte de Maurizio, la empresa y la marca Gucci  volvieron a ser exitosas, desde que el conglomerado francés Pinault Printemps  Redoute llevó la marca Gucci a ser una de las más valiosas a nivel mundial. El  atractivo internacional de Gucci, es hoy mucho más amplio de lo que incluso  Aldo y Rodolfo podrían haber imaginado: la boutique de moda de lujo goza  de una inmensa fama a nivel global. El auge de la clase media alta, y alta, particularmente de China, ha significado que la base de clientes de Gucci se  expanda en lugares que probablemente la familia no imagino. En lo que  respecta a la cuarta generación, las que posiblemente hayan sufrido el mayor  impacto de esta tragedia, son las dos hijas de Maurizio y Patrizia: Alessandra y  Allegra, a quienes se les dio en la película un bajo nivel de protagonismo en  la historia.  

 

Lecciones de la Empresa Familiar 

Es posible conseguir la fama y el éxito, en algunos casos con el principal  esfuerzo y dedicación de las generaciones mayores, pero es muy diferente  sostenerlo, en especial, si las siguientes generaciones no se interesan por  involucrarse y seguir una misma dirección y llevar a cabo un trabajo que  terceros no pueden hacer por la propia familia. Los mismos miembros de la  familia deben aprender a modular sanamente sus ambiciones, su arrogancia  y, sobre todo, a establecer planes de continuidad para los propios miembros  de manera profesional y sensata, en un entorno cada vez más demandante  y competitivo. 

Las familias empresarias tienden a caer, similar a la ley de la gravedad, en  dinámicas perversas y en las trampas genéricas que toda empresa familiar  debe anticipar, si lo que se pretende es perdurar en el tiempo. Hoy en día, a  diferencia de aquellas épocas que determinaron la historia de los Gucci,  existen expertos en el tema de continuidad que pueden aportar y ser de  enorme ayuda para las familias empresarias que tienen la intención de  consolidar un legado que perdure a través de varias generaciones.

En el año 2018, la marca se enfoca en atraer la atención de la generación del  nuevo milenio con una formidable presencia en las redes sociales; una  poderosa herramienta de marketing en un mundo postdigital. Su asociación  con las estrellas de Instagram y otras estrategias digitales han hecho que  Gucci sea relevante para toda una nueva generación. 

 

HOUSE OF GUCCI EN EL CINE 

“El año 2021 marcó la transición de esta célebre tragedia desde los juzgados,  noticias en periódicos y revistas, hasta las salas de cine internacionales, a  través de la recreación cinematográfica de la historia de los Gucci” Alfredo Achar.

El reconocido director de cine Ridley Scott estrena la cinta House of Gucci,  una épica protagonizada por estrellas como Lady Gaga, Adam Driver, Al  Pacino, Jared Leto y Salma Hayek, quien está casada con el actual dueño de  la casa de moda Gucci, François-Henri Pinault. En sí, la película, aunque  sobrepasa las dos horas y media de duración, es entretenida y visualmente  cautivante, apoyándose en actuaciones de primera calidad y una banda  sonora que da vida a cada secuencia.  

Al ser una reinterpretación hollywoodense de la historia familiar empresarial,  no es sorpresa que varios de los hechos reales que menciona Raúl Serebrenik  sobre lo que en realidad pasó, hayan sido modificados para priorizar el drama  o el entretenimiento. Tal y como lo dijeron los herederos de Gucci en una  declaración oficial publicada por la agencia de noticias italiana ANSA: “lo  representado en la película no podría estar más alejado de la verdad”1. Tom  Ford, el director creativo de Gucci, quien brevemente aparece en la película,  y quien es el responsable de hacer de Gucci lo que es hoy en día en términos  de moda y relevancia, dijo a Air Mail: “Fue difícil para mí ver el humor y el  camp en algo tan sangriento. En la vida real, nada de eso era camp o  glamour; a veces fue absurdo, pero al final fue trágico.”2 

Es verdad que House of Gucci se centra en una narrativa romántica dando  prioridad al glamour y al asesinato de Maurizio Gucci, y se le da menos  importancia a lo que en realidad ocurrió dentro de la familia, en términos  empresariales. Sin embargo, a pesar de no tocar los hechos con claridad, la  película bien muestra los factores que pueden causar el colapso de una  empresa familiar como fue el caso de los Gucci.  

A parte de esta discrepancia entre dos componentes de una misma historia,  esta falta de sustancia narrativa se debe a la decisión creativa de incorporar  más de 20 años de historia en casi tres horas de duración, en vez de enfocarse  en una línea narrativa o un número de hechos claros. Se quiso cubrir la historia  de la empresa familiar, por un lado, las relaciones entre sus miembros, por el  otro: el romance y la venganza que termina en asesinato. Como resultado,  esto crea una serie de agujeros en la trama que débilmente concluye con un  típico texto vacío, en donde se informa a la audiencia en breves oraciones lo  que ocurre con Gucci a futuro, haciendo énfasis en su actual capital de $60  billones.  

La primera mitad de la película encamina la historia de la empresa familiar  hacia una narrativa y un tono particular. Se establece el tablero de ajedrez,  los jugadores principales, sus relaciones y posiciones dentro de la empresa, lo  que cada uno hace y quiere para el futuro. Rápidamente es evidente el  interés económico de Patrizia Reggiani (protagonizada por Lady Gaga), y su  deseo no solo de una seductora vida millonaria, sino también por tener un rol  dentro de Gucci. A pesar de que nos enteramos de cómo está dividida la  empresa y de las ambiciones de cada uno de los miembros, el foco siempre  permanece en Reggiani, otorgándole así un poder protagónico difícil de  ignorar, tanto para la historia como para la audiencia.  

El libro sobre el que se basa el guion cinematográfico, House of Gucci: A  Sensational Story of Murder, Madness, Glamour and Greed de Sara Gay  Forden, en términos de contenido delinea claramente el caso familiar como  el del asesinato. Irónicamente el título se asimila más a la ruta que toman los  escritores del guion, Becky Johnston y Roberto Bentivegna, para la  adaptación de este. Recalcando que la película no deja muy claros los  detalles sobre lo que ocurre con la empresa a nivel familiar, una vez que  muere Rodolfo, la película bien muestra a través de una glamorosa estética  camp, la transición en la que los Gucci pierden el control sobre su imperio al  demostrar cómo al priorizar el egoísmo, los lujos, su estatus social, terminan  siendo, en vez de emprendedores, una especie de socialites obsesivos.  

Aunque House of Gucci no delinea claramente el éxito y la caída del imperio  Gucci, literalmente, si nos da a entender ciertos hechos y comportamientos  dentro de un núcleo familiar que por descuido y la no alineación hacia una  misma dirección, según señala Raúl Serebrenik, pueden causar no solo un  asesinato orquestrado por los mismos familiares; también un descenlace  colectivo muy trágico: la autodestrucción de un imperio familiar empresarial.3 

 

1 Redazione ANSA. “Heirs Threaten Legal Action over 'House of Gucci' - Lifestyle.” ANSA.it, November 29, 2021.  https://www.ansa.it/english/news/lifestyle/arts/2021/11/29/heirs-threaten-legal-action-over-house-of-gucci_8232bbc9-7fb3-43c4-be21- d6764807d582.html.  

Vivarelli, Nick. “Gucci Family Issues Fuming Statement over Their Portrayal in Ridley Scott's 'House of Gucci'.” Variety. Variety, November 29,  2021. https://variety.com/2021/film/news/gucci-family-statement-house-of-gucci-ridley-scott-1235121226/.  

2 Ford, Tom. “Tom Ford Does Gucci.” Air Mail. Air Mail, July 15, 2022. https://airmail.news/issues/2021-11-27/tom-ford-does-gucci. 

 3 House of Gucci (Scott, 2021)

Fuente

Raúl Serebrenik