Las dinámicas comerciales, las decisiones de política monetaria y los desarrollos geopolíticos destacaron, subrayando un entorno de alta incertidumbre y expectativas prudentes.

En Estados Unidos, las actas de la reunión del FOMC de noviembre revelaron un consenso general sobre avanzar gradualmente hacia una política monetaria más neutral, siempre que los datos confirmen una inflación descendente y un mercado laboral estable. La Fed indicó estar dispuesta a realizar ajustes técnicos en herramientas clave, como la facilidad de acuerdo de recompra inversa a un día (RRP), para alinear mejor su rango objetivo de tasas de fondos federales. No obstante, algunos participantes expresaron cautela sobre acelerar la flexibilización, citando riesgos persistentes en la inflación y la actividad económica. Complementando estas perspectivas, los datos de confianza del consumidor del Conference Board mostraron un aumento a 111.7 puntos en noviembre, reflejando un optimismo renovado entre los hogares estadounidenses, aunque las ventas de viviendas nuevas cayeron un 17.3% intermensual en octubre, impactadas por factores como los huracanes recientes.

El panorama energético atrajo una atención significativa, con la OPEP+ debatiendo un posible retraso en la reanudación de la producción petrolera prevista para enero. Líderes del sector, como los CEOs de Vitol y Gunvor, pronosticaron precios promedio de entre $70 y $80 por barril en 2025, señalando una oferta ajustada frente a la demanda. Mientras tanto, el índice manufacturero de Richmond registró -14, sin cambios respecto al mes anterior, evidenciando desafíos estructurales en el sector industrial. En contraste, las expectativas del PIB del cuarto trimestre se mantienen sólidas en 2.4%, según Goldman Sachs, respaldadas por un consumo robusto y un mercado laboral resiliente.

En el ámbito corporativo, Intel aseguró una adjudicación de $7,900 millones para una planta de chips en Estados Unidos, reforzando su liderazgo en la industria de semiconductores. Por otro lado, Rivian Automotive recibió la aprobación preliminar para un préstamo federal de $6,600 millones, destinado a la construcción de su planta de vehículos eléctricos en Georgia, un movimiento que busca acelerar la transición energética en la industria automotriz. Amazon reforzó su apuesta por la inteligencia artificial con una inversión adicional de $4,000 millones en Anthropic, mientras Apple enfrentó un retroceso del 28.7% en sus envíos de iPhones a China en octubre, reflejo de una competencia intensificada en el mercado de smartphones.

En Europa, los datos económicos subrayaron un entorno desafiante. La confianza del consumidor en Alemania cayó a -23.3, superando las previsiones negativas, mientras que Francia reportó una confianza del consumidor en 90 puntos, por debajo de las expectativas. Miembros del BCE, como Isabel Schnabel y Philip Lane, destacaron la necesidad de mantener una política gradual en los recortes de tasas, con un enfoque en controlar la inflación en servicios y salarios. De Guindos advirtió sobre los riesgos geopolíticos y las incertidumbres derivadas de las políticas comerciales estadounidenses, que podrían intensificarse con el retorno de aranceles. En tanto, el riesgo crediticio francés alcanzó su nivel más alto desde la crisis del euro, exacerbado por batallas presupuestarias internas.

En Asia, las señales económicas fueron mixtas. Japón reportó un crecimiento del 2.9% en el índice de precios al productor de servicios para octubre, mientras que las ganancias industriales de China cayeron un 10% interanual, reflejando una recuperación económica aún débil pese a los esfuerzos de estímulo de Pekín. El banco central de Nueva Zelanda sorprendió al recortar su tasa de referencia en 50 puntos básicos, marcando su tercer ajuste consecutivo, mientras que en China las exportaciones continuaron dominando, alcanzando máximos históricos antes de la implementación de nuevos aranceles por parte de Donald Trump.

En el frente geopolítico, el gabinete israelí aprobó un acuerdo de alto el fuego con el Líbano, mientras las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se mantuvieron latentes tras informes sobre posibles intercambios entre Corea del Norte y Moscú. A su vez, la OPEP enfrentó un dilema crítico: continuar con restricciones de oferta en un mercado ajustado o arriesgarse a una caída de precios. Estos eventos destacan la creciente interacción entre dinámicas económicas y políticas internacionales, subrayando la complejidad del entorno actual.

En conjunto, los mercados globales navegan un panorama lleno de desafíos e incertidumbres, donde los inversores buscan señales claras para anticipar movimientos de política y respuesta económica en un entorno altamente volátil y conectado.