¿Alguna vez te has sentido abrumado por las responsabilidades de un nuevo cargo?
Recientemente, hablé con un joven profesional de Recursos Humanos que, tras ser promovido a una posición de jefatura, se encontró atrapado en una vorágine de tareas y sin tiempo para explorar oportunidades de mejora. A medida que asumía su nuevo rol, se dio cuenta de que la delegación, la confianza y la apertura eran fundamentales para gestionar su equipo de manera efectiva. En este artículo, exploraremos reflexiones compartidas, desde mi experiencia, sobre cómo abordar estos desafíos y potenciar tanto el crecimiento personal como el del equipo.
La confianza es esencial en los equipos de trabajo. Un jefe no puede estar al tanto de cada detalle de las actividades de sus colaboradores. Es importante que explique la relevancia de las tareas y proporcione ideas clave para su desarrollo, pero también debe confiar en el trabajo de su equipo, dándoles el espacio necesario para que realicen sus actividades.
Como líder, tienes la responsabilidad sobre los resultados, pero puedes realizar revisiones periódicas de algunas tareas para asegurarte de que el trabajo se está llevando a cabo correctamente. Sin embargo, es crucial que los miembros del equipo comprendan la responsabilidad que deben asumir en el desarrollo de sus actividades, ya que esto contribuirá significativamente a su crecimiento profesional.
Asimismo, aunque cuentes con métodos y procedimientos establecidos, es recomendable mantener una mente abierta a las sugerencias del equipo. Escucha atentamente sus ideas y planteamientos, y luego comparte los posibles impactos de estas propuestas. Te sorprenderás gratamente con las oportunidades de mejora que pueden surgir de su perspectiva. Esta interacción no solo fortalecerá la confianza, sino que también impulsará la innovación dentro del equipo.
Finalmente, si sientes que no tienes tiempo para abordar temas estratégicos o aspectos relevantes de tu labor en posiciones de decisión, como jefaturas o gerencias, es crucial que pauses y revises tu práctica de delegación. Si estás acaparando actividades porque crees que nadie lo hará como tú, es cierto que nadie lo hará exactamente de la misma manera; sin embargo, ¿has considerado que quizás puedan hacerlo incluso mejor si les das la oportunidad? Esto no solo te permitirá obtener mejores resultados, sino que también te dará más tiempo para dedicar a actividades que requieren tu especial atención.
Es fundamental que revises el trabajo de tu equipo sin asfixiarlos. Confía en su criterio y dales la oportunidad de aportar su toque personal y profesional. Estoy seguro de que te sorprenderás positivamente con los resultados. Además, estos enfoques no solo favorecerán tu crecimiento como líder, sino también el desarrollo personal y profesional de tu equipo. Pueden convertirse en herramientas poderosas para mejorar el clima organizacional y fomentar la fidelización.