Por primera vez desde marzo de 2020, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido recortar los tipos de interés en 50 puntos básicos, dejándolos en un rango objetivo del 4,75% al 5%. Esta medida del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) busca afianzar el control sobre la inflación, que continúa avanzando hacia el objetivo del 2%.

En su comunicado oficial, la Fed destacó que tiene una "mayor confianza" en que la inflación está convergiendo hacia los niveles de estabilidad de precios previstos, y que los riesgos tanto para la inflación como para el empleo están "más equilibrados". A pesar de que la tasa de paro ha subido ligeramente, sigue siendo baja, lo que refleja una desaceleración en el crecimiento del empleo.

Crecimiento económico y mercado laboral

El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 3% en el segundo trimestre de 2024, mejorando significativamente frente al 1,4% registrado en el trimestre anterior. Además, en agosto, la economía añadió 142,000 nuevos empleos no agrícolas, mientras que la tasa de paro descendió una décima, situándose en un 4,2%.

Esta tendencia positiva en el empleo ha alcanzado ya 44 meses consecutivos de creación de puestos de trabajo, lo que refleja la solidez del mercado laboral estadounidense.

Inflación bajo control, pero todavía elevada

El índice de precios de gasto de consumo personal, el indicador preferido por la Fed para monitorear la inflación, se mantuvo en julio en el 2,5%, igual que en el mes anterior.

Sin embargo, la tasa mensual registró un ligero repunte, pasando del 0,1% al 0,2%. En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles, se mantuvo en el 2,6% interanual, lo que indica que los precios aún están algo elevados respecto al objetivo del 2%.

Divergencias dentro del Comité

Aunque la mayoría de los miembros del FOMC votaron a favor del recorte de 50 puntos básicos, Michelle Bowman, una figura destacada del ala más conservadora de la Fed, conocida como 'hawkish', se mostró en desacuerdo.

Bowman prefiere una política monetaria más restrictiva, en contraste con la dirección actual que favorece una mayor flexibilidad para impulsar el crecimiento económico.

Perspectivas de la Fed

La Fed ha dejado claro que continuará vigilando de cerca los datos económicos entrantes y que está "preparada" para realizar ajustes adicionales si las condiciones lo requieren.

En este sentido, el banco central prestará especial atención a los indicadores del mercado laboral, los niveles de inflación y los posibles efectos de los acontecimientos internacionales y financieros sobre la economía estadounidense.

Este ajuste en la política monetaria marca un punto de inflexión en el ciclo de tasas de interés en Estados Unidos, y se espera que tenga implicaciones tanto para el mercado financiero como para los consumidores en los próximos meses.