Los educadores en Georgia están expresando su preocupación sobre el posible impacto negativo que el proyecto de ley estatal de Georgia, que busca prohibir el financiamiento estatal y local a la Asociación Estadounidense de Bibliotecas (ALA), podría tener en su profesión.

El Proyecto de Ley del Senado 390, recientemente aprobado en el Senado y ahora en consideración en la Cámara de Representantes de Georgia, plantea cambios significativos en el sistema bibliotecario del estado.

Este proyecto de ley tiene como objetivo principal prohibir que los gobiernos estatales y locales proporcionen fondos a la ALA y eliminar el requisito estatal de que solo los bibliotecarios certificados trabajen en bibliotecas públicas.

Los partidarios del proyecto de ley argumentan que el uso de bibliotecarios certificados no ha sido beneficioso y que el proceso de certificación está influenciado por la ALA, cuya presidenta ha expresado puntos de vista “marxistas”. Los republicanos legisladores, respaldados por publicaciones en redes sociales de la presidenta de la ALA, Emily Drabinski, afirman que no quieren que “una organización marxista y socialista” afecte el sistema bibliotecario estatal.

Sin embargo, los educadores y algunos grupos de bibliotecarios se oponen firmemente al proyecto de ley. Argumentan que este tipo de legislación podría privar a los niños y padres de sus derechos y servicios educativos. Michelle Mickens, profesora de inglés y finalista del Maestro Estatal del Año 2022, afirma que la eliminación del financiamiento de la ALA podría tener consecuencias graves para el sistema de bibliotecas públicas.

Además, la Asociación de Bibliotecas de Georgia, la Asociación de Medios de Bibliotecas de Georgia y la Sociedad de Archiveros de Georgia han expresado su firme oposición al Proyecto de Ley del Senado 390.