Marca personal: anatomía de una persona
¿Qué consumirías si tu vida dependiera de ello?
Cuáles serían tus hábitos, cómo se desarrollaría tu día, con quiénes conversarías y sobre qué, cuáles serían tus hábitos favoritos, qué comidas harías, cuáles temas llamarían tu atención y replicarías en tus diálogos, qué promoverías, cuáles libros leerías, en qué espacio te sentirías más seguro, cuáles serían los recuerdos a conservar, tus apegos y desapegos.
Hace unos días, en un post de coach de carrera, leí sobre cómo planificar nuestro crecimiento y objetivo profesional dividido en décadas. Lo que vamos dejando en el camino o eliminamos para no repetir, lo que vamos incorporando, la manera en que narramos las historias y lo que queremos mantener para desarrollar en las próximas etapas.
Lo que decimos, lo que hacemos y nuestra actitud son elementos de marca personal.
Sin embargo, existe una fecha de caducidad para nuestra marca personal; y en tiempos de tantos cambios, hasta cierto encanto hay en completar etapas.
El primer paso para construir una marca personal es el autoconocimiento y luego la autoaceptación, ser coherentes con nuestro mensaje y que éste sea sostenible. Nuestra marca personal es cómo nos vendemos y quiénes somos en un mundo y mercado cambiante.
¿Qué estás haciendo con tu marca personal? ¿Cuánto tiempo toma definirla en medio del cambio?