Nada que valga la pena se logra sin esfuerzo

Una mujer de ideas claras y valores que afirma enfrentar diariamente el importante reto de desempeñarse siendo leal a sí misma, en un mundo donde todo cambia de forma acelerada y constante. 

 

Encargada de una institución neurálgica como es la Unidad de Análisis Financiero, María Elisa Holguín López, señala que su profesion y el ejercicio profesional son una de sus pasión. “Creo firmemente que todos los que nos dedicamos al mundo de la prevención del lavado de activos, del financiamiento del terrorismo y de la proliferación de armas de destrucción masiva, lo hacemos porque creemos que podemos lograr algo que impacte de forma positiva, lo hacemos porque nos apasiona y entendemos podemos ir, paso a paso, logrando resultados favorables para una mejor sociedad.

Ama la danza, el arte y todo lo bueno que el ser humano puede crear a través de este.  “Combinar mis preferencias y pasiones de la vida personal con mi parte profesional y académica lo defino como una forma de talento única, me permite hacer lo mismo que hacen otros, pero a mi manera, poniendo algo de mí en lo que se supone debería ser estándar, trazándolo desde mi propio pincel”, comenta.

Tiene muy claro que “nada en la vida (que valga la pena) se puede lograr sin esfuerzo, sin sacrifico, sin trabajo, sin la preparación y experiencia adecuada”. Ha tenido que trabajar muy duro, muchas horas, pero también reconoce haber tenido muchas alegrías, crecimiento. “Soy una mujer con ideas muy claras y valores con los cuales no entro en negociación”.  

Para María Elisa, el liderazgo es una de las herramientas que permite impactar de forma positiva en la vida de las personas, no solamente en el ámbito profesional y académico. Es esa capacidad de motivar, de lograr que las personas construyan algo en equipo y para el bienestar común, entendiendo la responsabilidad individual de cada uno como parte integral del equipo. “Me gustaría pensar, en ese sentido, que soy ese tipo de líder”, afirma.

Sobre el liderazgo femenino, agrega: “las mujeres somos capaces de liderar con un sentido muy estricto de la responsabilidad y, del mismo modo, desde el cuido maternal. Tenemos una forma de ver la vida muy peculiar que nos lleva a ocuparnos de obtener resultados y, al mismo tiempo, ocuparnos de nuestro entorno de forma genuina. Podemos liderar a través de la empatía, la comunicación efectiva y asertiva, por supuesto, por medio de la creatividad y el reconocernos impulsoras y agentes de cambio de nuestro círculo y ambiente personal”. 

“Todas estas características van muy de la mano con un nuevo liderazgo que en los últimos años se ha sentido muy palpable, también en el sector público, y se aprecia en el proceso de toma de decisiones diarias al que uno, como líder, se encuentra expuesta”.