Nature Power Fundation (NPF) es una organización sin fines de lucro que se ha convertido en un referente en materia de innovación social en República Dominicana y en el Caribe, volviendo autosostenibles comunidades en situación de extrema pobreza, brindando acceso a servicios básicos de energía y agua potable a través de fuentes de energía limpia que protegen el medio ambiente o incorporando en sus proyectos emprendimientos sostenibles que permitan generar ingresos para beneficiar, especialmente, a mujeres, jóvenes y niños.

Laura Rojas, fundadora y directora ejecutiva de NPF, trabaja junto a un equipo de jóvenes profesionales solidarios y comprometidos en Nature Village, un modelo de comunidad ecosostenible para la región de Centroamérica y el Caribe. Esta iniciativa aborda el cierre de las brechas de desarrollo utilizando energías limpias y nuevas tecnologías, y contribuyendo a la creación colectiva de soluciones para sacar de la pobreza a cientos de personas, en especial a las mujeres de Sabana Yegua Viejo, en la provincia sureña de Azua.

Este proyecto está respaldado por BID Lab, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dentro de su programa de ciudades sostenibles. Será la primera comunidad rural que contará con una microcentral solar para ofrecer servicios básicos como agua y saneamiento y estará constituida por ecoviviendas con energía limpia, acceso a educación, tecnología y emprendimientos.

Contará con un sistema apoyado en la tecnología de IoT que permitirá generar datos y obtener información clave para correlacionar indicadores socioeconómicos, demográficos, imágenes y mapas que favorecerán la toma de decisiones. Esta tecnología permitirá, asimismo, graficar el modelo completo de intervención, hacer comparaciones entre el antes y el después, y crear escenarios de futuro. Todo ello permitirá focalizar y hacer más eficientes las inversiones públicas y privadas en las comunidades rurales mediante datos de consumo y cambios de comportamiento generados en la plataforma.

El proyecto cuenta con aliados nacionales e internacionales que brindan su apoyo para que las 50 familias de esta comunidad logren una transformación total y no se vean más privados de servicios básicos, algo que beneficiará especialmente a las mujeres y a las nuevas generaciones que van creciendo en el lugar.