Invirtiendo en Valores

Sin duda alguna, el Mercado de Valores es uno de los componentes del sector financiero de mayor dinamismo y crecimiento en los últimos años en la economía dominicana.

En los pasados cinco años las operaciones del mercado de valores en el país han tenido un crecimiento promedio anual de un 18.3%, lo que evidencia la penetración que está teniendo este importante subsector financiero, donde cada día ingresan nuevos agentes a participar en el mismo.

¿Cuáles factores han sido determinantes para explicar este vertiginoso crecimiento del mercado de valores en el país?

Esta interrogante tiene varias respuestas, entre las que no podemos dejar de enumerar:

En primer lugar, la creación de un marco legal e institucional. No obstante, el crecimiento y los cambios registrados en la economía dominicana en el último siglo, y, a pesar de que el mercado de valores era institución más que centenaria en la mayoría de las economías del planeta, incluyendo las similares a la nuestra, no es sino a inicio del presente siglo cuando se conforma un marco legal que promueve y norma Por: Roberto Payano Bonilla Cryptia RD las operaciones de valores, con la promulgación de la primera ley para estos fines.

En segundo lugar, la creación del Sistema Dominicano de Seguridad social. En el año 2001 entró en vigencia un nuevo régimen de seguridad social en el país que incluyó un nuevo esquema en el régimen de pensiones, el cual empezó a ejecutarse en el 2003, sustituyendo el sistema de reparto en los planes de pensiones, por un esquema de ahorro individual, creándose las Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP), las cuales son las receptoras de todo el ahorro privado para pensiones, constituyéndose en las principales instituciones demandantes de instrumentos de inversión financiera, ya que requieren invertir en forma eficiente y rentable los fondos captados para asegurar en el largo plazo niveles de pensión adecuados para sus afiliados.

El tercer factor para el desarrollo del mercado de valores han sido las reformas institucionales en lo referente a las finanzas públicas, incluyendo lo relativo a las leyes sobre presupuesto y crédito público, que han determinado una confianza plena en los inversionistas para la demanda de los instrumentos de deuda pública emitidos por el Ministerio de Hacienda.

El cuarto factor ha sido la política monetaria implementada por el Banco Central, luego del salvataje de los depósitos del público a raíz de la crisis bancaria del año 2003. Esto conllevó la emisión de certificados de participación por parte de esa entidad, para frenar el efecto expansivo en la masa monetaria, con lo cual a partir de ahí el BC se convirtió en otra opción para la canalización de los ahorros por parte del público. Posteriormente el instrumento de los certificados de participación fue transformado en mecanismos de operaciones de mercado abierto de corto, mediano y largo plazo, esto es, las Letras y las Notas.

El quinto factor ha sido la necesidad de las empresas de acceder a otras fuentes de financiamientos en mejores condiciones de costo y plazo, lo cual brinda el mercado de valores, pues mediante la emisión de títulos de deudas y otros instrumentos que se colocan a través de este mercado, las empresas tienen acceso a recursos con costos de intermediación más bajos que las fuentes tradicionales de financiamientos.

Por último, y no menos importante, tenemos la aprobación de la ley de desarrollo del mercado hipotecario y el fideicomiso, del año 2011, mediante la cual se introducen figuras claves para el desarrollo del mercado de valores, como la institución del ¨Fideicomiso¨, y se establece un marco operativo y de incentivo para figuras como los fondos de inversión, sociedades administradoras de fondos de inversión y otras.

Existen otros factores que también han incidido en forma importante al desarrollo del mercado de valores en el país. Entiendo que los mencionados anteriormente han sido muy preponderantes.

A pesar de ese notable crecimiento del mercado de valores en el país en los últimos años, todavía estamos muy lejos de alcanzar el nivel del potencial del mismo para nuestra economía.

Más del 80% de las transacciones efectuadas a través de la Bolsa de Valores, se corresponde con valores de renta fija.

A su vez, más del 80% de estas transacciones comprenden títulos y valores emitidos por el sector público, esto es, el Ministerio de Hacienda y el Banco Central.

Al mes de octubre del 2018 existían más de 83 mil cuentas y titulares registrados en el Deposito Centralizado de Valores (Cevaldom), con una alta tasa de crecimiento anual, pero se evidencia un nivel muy bajo de penetración en el mercado financiero.

La nueva ley de valores, la 249-17 del 19 de diciembre de 2017, es un instrumento que sin duda alguna promoverá una diversificación y expansión del mercado de valores en el país, al abrirse a nuevas fronteras en la promoción de mecanismos de movilización de fondos a través de este mercado, lo que promoverá una mayor competencia y transparencia y ampliará significativamente la oferta de títulos y valores en el mercado.

Son muchas las ventajas para el público, las empresas y entidades que participan en este mercado. Para los ahorrantes e inversionistas, acceso a instrumentos de más alto rendimiento que las fuentes tradicionales, con niveles de riesgos óptimos. Para las empresas, acceso a fondos en mejores condiciones de costo y plazo, aumentando sus niveles de competitividad y eficiencia. Todo esto en un marco de completa transparencia.


 

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