Un operador logístico de nueva generación que hace frente a los retos digitales
Durante noventa y cinco años, República Dominicana ha sido el centro de operaciones de Schad, expandiéndose hace apenas dos años a los cinco vecinos del Caribe donde actualmente tienen presencia, léase: Barbados, Curacao, Jamaica, Haití y Trinidad.
Tras la evolución de su modelo de negocio, y pasadas tres generaciones, se evidencia su adaptación a los cambios del entorno y visión integral sobre la cadena de valor de sus clientes, pasando de ser exclusivamente un agente naviero durante sesenta años, hasta convertirse en distribuidor masivo hace unos ocho años aproximadamente.
En la opinión de su CEO, Alexander Schad, como operadores logísticos son un gran contribuidor en el llamado a la inversión extranjera en la República Dominicana, pues “son la vía de entrada al país”. Al estar establecidos en el territorio nacional, Schad se convierte en el socio de preferencia para las empresas extranjeras por su conocimiento del mercado local, pericia en la aplicación del marco regulatorio, buenas prácticas, representaciones y certificaciones internacionales y locales , además de proveerles de la infraestructura requerida para atender sus mercancías.
“La tercerización de operaciones de naturaleza logística, supone un ahorro significativo en infraestructura y economías de escala para aquellos negocios que se están estableciendo en el país, considerando que las primeras etapas no son de grandes volúmenes de intercambio, y el objetivo es alcanzar puntos de equilibrio”, comenta Schad.
En este sentido, confiesa el CEO que el outsourcing, especialmente en el manejo de inventarios, si bien es una práctica común entre multinacionales, aún las empresas locales están comprendiendo sus bondades y venciendo la desconfianza que les genera no tener el control absoluto sobre sus productos. “En el país, la transición es más frecuente en la distribución y aduanas que en los almacenes per se”, completó.
Resulta oportuno destacar que el estudio más reciente de GS1 Dominicana, Productos Agotados en Góndola (PAG), señala que en los anaqueles de la República Dominicana faltan más del 21% de los productos, básicamente por un problema logístico. Las grandes cadenas comerciales pierden ventas por fallas en la reposición de productos.
Años 20: Agente transporte naviero
Años 80: + Agente transporte aéreo
Años 90: + Agencia aduanal
Años 2000: + Almacén y Distribuidor
Conscientes de esta realidad, Schad ha capitalizado sobre la necesidad de consolidar y despachar cargas de poco volumen a lo largo del territorio nacional, asegurándoles a sus clientes expendios todos los días, en menos de 24 horas, en hasta 3,000 locaciones.
En esta dirección, vemos su inserción a la América Central Insular, donde el PAG puede ascender hasta un 50%. Ese conglomerado de países por ser un mercado diverso, segregado y de bajo volumen, complejiza el comercio internacional. Los inventarios no se consumen a la velocidad esperada y los vencimientos de productos representan un problema.
Dicho esto, parece oportuna la estrategia nacional orientada a fortalecer a los Centros Logísticos y Operadores Logísticos (Decreto 262- 15 ), la conversión hacia un Centro Regional de Carga, y el fomento a la Exportación, buscando convertir a dominicana en ese HUB, o más aún, Supermercado del Caribe.
Lo anterior, por supuesto, sin desestimar los esfuerzos en la competitividad de la industria dominicana.
Schad particularmente aplaude la iniciativa del gobierno nacional de la VUCE (Ventanilla Única de Comercio Exterior) para la agilización de registros, autorizaciones y pagos hacia los órganos estadales; y aguardan que para finales de año esté lista la plataforma que concentrará los trámites de naturaleza privada promovida por Haina International Terminal y DP World Caucedo. La sinergia de ambas plataformas es aclamada como el siguiente paso a seguir.
El futuro para este operador logístico es retador. Entre la incidencia, directa o indirecta, de las nuevas tecnologías en el ámbito logístico y empresarial se encuentran el incremento de los consumidores digitales; la aparición de la economía compartida; la estandarización de las operaciones o la concentración de empresa; entre otros.
En este sentido, durante un buen tiempo el target de Schad fue empresarial , sin embargo, a fin de adecuarse a las tendencias globales y a la velocidad vertiginosa con la que la cadena de suministro se está transformando, se encuentran incorporando a los consumidores finales en su ecuación.
El comercio electrónico, visto como el complemento y posible sustituto de las tiendas de retail, lleva a Schad a trabajar arduamente en su deseo de convertirse en la vía de entrega de Amazon –por mencionar un portal reconocidopara la República Dominicana.
200 camiones aproximadamente.
14 almacenes/ 5 en Zonas Francas.
3,000 puntos en 205 municipios
+80,000m2 de almacén y espacio en terminales.
800 contenedores descargados mensualmente.
1,000,000 cajas despachadas mensualmente.
Presencia en Santo Domingo, Punta Cana y Santiago.
Otro proyecto prioritario para estos tiempos modernos es la creación de un “UBER de carga”, permitiendo a los clientes de Schad inmediatez, flexibilidad y confiabilidad en el despacho de su mercancía, producto de su intercambio comercial local, usando una plataforma de registro en tiempo real. De igual modo, los esfuerzos por la regionalización hacia la Mesoamérica continuarán siendo el horizonte para esta empresa.
La mezcla intercultural dominico-suizo de Schad es un orgullo para su equipo, reflejado en su desempeño. En los últimos cinco años han crecido sostenidamente a un 12% anual promedio; generan 400 empleos directos y 600 empleos fijos indirectos; constantemente transfieren conocimiento y tecnología que desarrollan internamente o como producto de sus alianzas de negocio; y deja espacio para la acción social.
El futuro promete tecnificarse aún más, requiriendo mayor innovación dominicana, y una franca colaboración entre la academia, el Estado y el empresariado privado para multiplicar mano de obra calificada para la era digital.
Es una realidad que la velocidad con que las personas se han adaptado a los avances tecnológicos es mayor que la correspondencia de las empresas. Se trata de un cambio social habilitado por la tecnología, del cual la República Dominicana no está exento.