CAF  trabaja en la región en base a dos pilares fundamentales en su constitución: el desarrollo sostenible y la integración.

 

Lucía Meza tiene 35 años de actividad profesional relacionada al financiamiento y asistencia técnica para ejecución de proyectos de infraestructura y servicios públicos en países de América Latina. En CAF Banco de Desarrollo de América Latina tiene casi tres décadas laborando y, en la actualidad, es representante de este organismo en Panamá.

 

“En Panamá somos un Banco verde que apoya acciones para el bienestar social inclusivo y el crecimiento económico del país. El 75 % de nuestras acciones tiene impacto verde positivo. Hemos apoyado proyectos y programas de inversión en sectores primordiales de los que depende el desarrollo como transporte sostenible, logística, vialidad, agua, saneamiento básico, educación, turismo”, afirma Meza. 

 

Como experiencia profesional, ha participado en la evaluación de proyectos de infraestructura y servicios básicos, así como facilidades de asistencia técnica con movilización de recursos financieros internacionales.

 

Además, Meza, economista de la Universidad Central de Venezuela, trabajó en Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial en actividad de promoción de inversiones, entre los años  1990-1993; apoyó actividades de planificación económica y análisis de sectores industriales en el Gobierno de Venezuela desde 1987 a 1990; tiene un programa Avanzado de Gerencia IESA 2000, y un Master en Gestión y Financiación de Infraestructuras de la Universidad Politécnica de Madrid- Fundación Agustín de Betancourt.

 

 

En 26 años de acción en Panamá, CAF ha apoyado la ejecución de proyectos como el Metro de Panamá, la ampliación del Canal, el Programa de Saneamiento de la Bahía, proyectos de agua potable, conservación de cuencas hidrográficas, y de vialidad. En el sector educación, ha habido una cobertura integral, acompañando proyectos de infraestructura escolar, capacidades docentes, revisión de pensum, cualificación de profesiones, ITSE, Universidad de Panamá e INADEH, con la promoción de una acción transversal que promueve la equidad de género, la inclusión y la diversidad. También apoyamos a las PYMES a través de líneas de crédito con la banca local.

 

 

Se ha desembolsado un estimado de USD 4.000 MM desde el ingreso de Panamá a CAF en el año 1997, materializados por la intermediación de recursos de fuentes internacionales que hemos ofrecido a Panamá. El impacto se muestra en una mayor cobertura de servicios básicos que inciden en el bienestar de la población y el crecimiento económico, en estudios de asesoría técnica que soportan la definición de políticas públicas en sectores relevantes para el país. Nuestra estrategia en Panamá ha sido apoyar acciones que contribuyan a una mayor cohesión social y territorial y a la protección del ambiente.

 

 

 

Los retos sociales y territoriales de América Latina y El Caribe son grandes. No somos la región más pobre del mundo, pero sí la más desigual. Los países de Europa que han logrado mayor nivel de desarrollo e igualdad de oportunidades, nos llevan una amplia ventaja en inversión consistente en servicios básicos. En nuestra región, se requiere un enfoque a largo plazo con acuerdos que permitan una mayor planificación del desarrollo y la inversión, capacitación técnica de la gestión institucional, mayor participación del sector privado. En Panamá se requieren los consensos para un abordaje de la gestión pública y privada con criterios de eficiencia. El país ha demostrado que tiene la capacidad, tiene islas de excelencia reconocidas por todos, el reto es masificar esas buenas prácticas, con medición de resultados e impactos. Con la cobertura universal de servicios básicos de calidad habría igualdad de oportunidades para todos, lo que permitiría una mayor diversificación y crecimiento de la economía con impactos en el bienestar social inclusivo. Las condiciones y oportunidades del país y el tamaño de su población, lo hacen viable.   

 

 

Sin duda tenemos un desafío de productividad en nuestros países, que depende de un cambio en la educación para mayor uso de la tecnología en nuestra producción y la vida diaria, así como un cambio cultural para lograr mayores avances en igualdad de género desde temprana edad. La incorporación de niñas, jóvenes y mujeres a la actividad productiva con mayor tecnología no es una reivindicación, es la necesaria tarea para lograr que el 50 % de la población tenga participación en actividades productivas que generen empleos formales con mayor remuneración. Estamos apoyando la actualización de métodos educativos que promuevan un mayor enfoque en disciplinas de ciencias, matemáticas y tecnología. También, un marco de cualificación de nuevas profesiones, hemos acompañado al Instituto Tecnológico de Educación Superior (ITSE); al Instituto Nacional Agropecuario, la renovación de la escuela de ciencias de la Universidad de Panamá; la nueva propuesta del INADEH,  para actualización de la capacitación laboral, que acerque la demanda a la oferta de mano de obra; entre otros. También celebramos y apoyamos en Panamá iniciativas no gubernamentales como FundeSteam, que con liderazgo local ya tiene acción en varios países y reconocimiento internacional.

 

 

Además de nuestro amplio acompañamiento en el ámbito de la educación ya mencionado, este año aprobamos un financiamiento de un centro para la investigación y producción del agro en ambiente controlado, CIPAC, en coordinación con la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt). Esta iniciativa además brindará un servicio regional a toda Centroamérica para capacitación, investigación y producción agro con tecnología que permita mayor sostenibilidad,  eficiencia de recursos con alto impacto en seguridad alimentaria. Desde la política pública, hemos aportado estudios que identifican la necesidad del país en mano de obra especializada en habilidades digitales, y también planes que permitan el acceso universal a banda ancha de calidad y asequibilidad. Panamá podría ser el primer país de América Latina en lograrlo. Hoy día para hablar de desarrollo tecnológico y transformación digital, es la conectividad. 

 

 

No hay duda sobre el crecimiento económico  del país en los últimos 25 años que lo ha colocado en el PIB per cápita más alto de la región, su avance y consolidación como HUB logístico para carga y pasajeros,  el reconocimiento financiero del grado de inversión, entre otros logros. Sin embargo, este crecimiento económico no ha tenido los impactos esperados en términos de desarrollo social y productivo. Se requiere la revisión del sistema de distribución de la riqueza y mayor eficiencia en la provisión de servicios básicos de calidad con cobertura universal: educación,  salud, agua, saneamiento, gestión de desechos sólidos, transporte, vialidad, servicios digitales.  También se requiere una visión estratégica que logre una oferta de servicios más sofisticados, que creen empleos formales de mayor remuneración. La agenda de CAF en el país está dirigida a superar estos desafíos de la mano de las autoridades y sumando aliados para lograr cierres financieros, mayor asistencia técnica y generación de conocimiento. 

 

 

CAF tiene dos pilares fundamentales en su constitución, el desarrollo sostenible y la integración regional. Panamá es un país con una gran vocación de integración. Estamos convencidos de que si a Panamá le va bien, a América Latina y El Caribe, les irá bien. El impacto en los logros de Panamá como HUB de servicios a nivel mundial tiene derramas de beneficio en toda nuestra región. En particular, hemos apoyado el sistema de integración del sector eléctrico de Centroamérica, SIEPAC; la propuesta de Panamá como HUB de servicios digitales, de oportunidades de algunos nichos industriales y diversos estudios que permitan una mayor sofisticación de servicios logísticos en el país; facilidades para el comercio electrónico transfronterizo, de mayor valor añadido al paso del Canal, que logre aumentar la productividad. Los desafíos globales actuales requieren mayor esfuerzo de integración entre nuestros países que permita eficiencias y soluciones de mayor impacto.

 

 

Nuestro compromiso con el desarrollo del país es total y de largo plazo. En las buenas y en las malas, juntos caminando. Nuestra Oficina en Panamá abrió con tres personas en el año 2009. Actualmente tenemos un HUB operativo con más de 100 profesionales y hemos iniciado este año la construcción de un edificio propio (el HUB Regional Norte), que además de oficinas para el doble del personal, ofrezca espacios para encuentros de altas autoridades de todos los países del continente y espacios públicos para todos los ciudadanos. Somos optimistas en relación al futuro de Panamá y de América Latina y el Caribe, apoyamos a nuestros países en la propuesta de una oferta de soluciones ante los desafíos globales. Tenemos la mayor reserva de biodiversidad del planeta, a la vez somos vulnerables ante el cambio climático lo cual requiere grandes esfuerzos de adaptación y un mayor rendimiento social de nuestros gastos e inversiones. En esta tarea de apoyo al desarrollo trabajamos en alianzas muy importantes para atraer recursos de financiamiento internacionales a nuestros países.

 

 

 

Las opiniones desde mi aporte profesional, también las emito como ciudadana que vive en ciudad de Panamá desde hace 12 años, un país que me ha acogido con infinita  bondad, y que tiene un espacio muy importante en mi corazón. El país ha superado importantes desafíos en el pasado, cuando se propone algo, lo ha logrado a través de su unión, lo cual en la historia reciente de nuestra región, nos genera orgullo como latinocaribeños. Reconozco como gran valor, la solidaridad, la coincidencia de la mayoría de su población en la importancia de su patrimonio natural, y también la certeza compartida de las ventajas de su excepcional situación geográfica y las oportunidades que representa. Confío que estas sean las bases que sustenten los acuerdos que permitan un desarrollo más inclusivo en los próximos años, que el aporte y esfuerzo de todos los ciudadanos permita construir una propuesta compartida de crecimiento viable y sostenible a largo plazo.    

 

Panamá es muchas cosas bellas, que han inspirado mi vocación de servicio en apoyo al desarrollo de América Latina y el Caribe.