El término “boom” se refiere, según la Real Academia Española de la Lengua, al “éxito o auge repentino de algo”. De allí que en Europa han definido la expansión de las energías renovables como un “boom”. ¿Pero podemos trasladar este término también a nuestra región, en especial a la República Dominicana?

Generar más, impactando menos es el gran desafío, y los sectores energía y minas tienen una gran responsabilidad en el alcance de esta meta. La sostenibilidad ambiental, económica y social es la única vía para lograr el objetivo, y la inversión en tecnología e innovación se constituyen en la base de la estrategia.

Desde 2011 a la fecha, el país ha desarrollado 1,024 MW de energías renovables no convencionales (420 MW eólica y 604 MW solar) y se estima que las energías limpias y el gas natural seguirán ampliando su ventaja en la matriz de generación eléctrica nacional. De esta manera, se espera que las renovables contribuyan con una cuota importante al abastecimiento de la demanda ascendente de electricidad, necesaria para acompañar el desarrollo económico.

Pero, en un país insular, es importante que la expansión del sistema eléctrico tenga en cuenta la seguridad operativa, tomando en cuenta el incremento de fenómenos naturales, que son consecuencia del cambio climático. Entonces, toman preponderancia otros conceptos: seguridad e independencia energética, y eficiencia energética.

En República Dominicana contamos con una de las matrices de generación más diversificadas y competitivas de la región y con el potencial para generar electricidad de fuentes renovables. Vuelvo a la pregunta inicial: ¿Podemos trasladar el término “boom” también a nuestra región, en especial a la República Dominicana? Con las entrevistas de esta edición, buscamos que ustedes, nuestra audiencia, logren sacar sus propias conclusiones.

Este es un tema que nos apasiona, con el cual nos sentimos comprometidos y prueba de ello es que, además de esta edición, desde hace tres años realizamos en junio nuestro conversatorio, porque estamos convencidos que la clave de la gestión responsable también está en que cada uno, desde su ámbito y su área de acción, aporte a un futuro más sostenible.