La energía es la prosperidad y sostenibilidad de las regiones
Las soluciones de política energética basadas en una investigación y un diálogo riguroso son clave para abordar el cambio climático, aumentar el acceso a la energía y generar innovación para una economía energética global próspera.
Fernández Dupouy, tiene más de 25 años de experiencia profesional y académica en finanzas, inversiones y nuevos negocios; es profesor Adjunto del Centro de Innovación y Emprendimiento deI IESA, director de Otepi Renovables, organización enfocada en energía solar y micro redes en Panamá y Colombia. Además, es consultor en gestión energética sostenible, eficiencia eléctrica, energía solar y movilidad limpia, y presidente de la Cámara Panameña de Energía Solar.
CAPES, fundada en 2016, tiene como principal propósito promover e impulsar el desarrollo de la energía solar como alternativa confiable y limpia para el crecimiento y expansión de la matriz energética de Panamá, agrupando a sectores industriales, comerciales y organizaciones internacionales que tengan la misma naturaleza de impulsar las energías renovables en el mundo.
Su lema reza “Por un Panamá 100 % renovable, “la cámara vela que las normativas y regulaciones gubernamentales y del sector eléctrico sean beneficiosas en la promoción de esta tecnología tanto para los clientes como para las empresas del sector solar, creando conciencia e impulsando el camino de las energías limpias y renovables”, señala Fernández Dupouy.
Por otro lado, como director ejecutivo del CIEA, señala que este centro es un “hub” único para mantener una comunicación fluida entre todos los actores del entorno energético/ambiental, desde la formación, investigación y la consultoría hasta las soluciones sobre energía y clima, hechas a la medida de la región.
“El Centro de Energía y Ambiente se relanza para toda la región, teniendo en mente cómo hacer para que la transición energética esté adaptada a la realidad de cada país, cómo hacer para no ser dogmático, sino que cada uno dosifique su ritmo de transición. Entonces, el centro nació para ayudar a todos los países a reconocer cuál es el ritmo adecuado y las piezas correctas para administrar sus realidades en favor de la transición energética, la cual no tenemos dudas que es urgente hacer”, comenta Federico Fernández Dupouy, director ejecutivo del CIEA.
Por ejemplo, y según informaciones de la Agencia Internacional de las Energías Renovables, en un país insular, como República Dominicana, es importante que los estudios de expansión del sistema eléctrico tengan en cuenta la seguridad operativa en situaciones de huracanes. Por ello, la planificación de la expansión del sistema eléctrico debe tomar como base la seguridad geográfica y la flexibilidad del sistema, para minimizar el riesgo de cortes de energía y reducir el tiempo de restauración del servicio cuando estos ocurren.
“Es envidiable lo que está haciendo República Dominicana en este momento, en energía solar, renovable y en movilidad limpia. Pienso que le da tres vueltas a lo que pueden estar haciendo otros países pequeños de la región como Panamá”, afirma.
En su experiencia, ¿vamos por buen camino en transición energética en América Latina?
Esta es la situación: una tercera parte de la energía del mundo se consume en transportarnos, bien sea por mar, tierra o aire, y la inmensa mayoría de ese transporte es contaminante. Por otro lado, otra tercera parte de la energía del mundo es electricidad y ahí es donde el planeta está mejor: la generación de energía limpia a través de parques solares o parques eólicos. Después hay un pedazo, una fracción, que es el consumo en edificios, comercio, oficinas, industria. En este punto estamos un poco más atrás.
En el transporte, incluyendo pesado, liviano, aéreo, estamos muy rezagados, muy distantes de cómo deberíamos estar si queremos llegar al 2050, con metas cumplidas.
El gran dilema es que hay mucho que se está haciendo, pero es menos de lo que, a estas alturas del partido, deberíamos estar haciendo.
¿Están las personas realmente conscientes de que es necesario hacer la transición energética hoy para asegurar el mañana?
No, la mayoría no, desgraciadamente. Creo que mucha gente menosprecia, no entiende, entre otras cosas porque no saben qué hacer, de ahí nuestro propósito.
Cuanto más grandes y sofisticadas son las empresas, más conscientes están acerca de la importancia de la transición energética, ninguna de las empresas grandes del mundo tiene esto fuera del radar.
Pero, a medida que se va permeando hacia abajo es cada vez menos obvio. De hecho, la mayoría de las empresas de abajo hacen algo porque las de arriba las obligan. Me explico: ¿qué pasa si empresas como Nestlé o Apple le dicen a sus proveedores, “si ustedes no se ponen más limpios, si no asumen medidas concretas de transición energética, no pueden seguir vendiendo o distribuyendo mis productos”, por ejemplo?
La verdad es que del otro lado de la acera todavía hay gente pregonando que lo del cambio climático es una exageración, y que el petróleo y el gas están para usarse y que no nos compliquemos la vida.
Hace un década se tomaban medidas para cuidar el ambiente, pero los números no eran atractivos. Hoy día, además de cuidar el ambiente, no existe mejor uso del dinero en términos de rentabilidad que en transición energética.
¿Cuáles son los pilares del Centro Internacional de Energía y Ambiente?
El CIEA se basa en tres pilares:
1) Formación y concientización: Cuando uno pregunta a las personas si están haciendo algo por la transición energética, la respuesta es: “me encantaría, pero no sé qué hacer, no tengo ni idea de cómo ser parte de eso”.
Entonces, hay tres cosas que les decimos: Primero, eficiencia energética, ya con eso está colaborando; luego, un paso más allá, el mundo de la generación de energía propia, asumir la energía solar. Y, finalmente, el mundo del transporte, moviéndote menos o distinto, haciéndolo de forma masiva o acudiendo a la movilidad limpia a través de carros eléctricos, eso también contribuye.
Estos son ejemplos de cosas concretas que cada uno puede hacer para tener una gestión energética sostenible.
Por otro lado, también capacitamos en algún elemento específico de cómo actuar en energía. Así, en Venezuela el centro debe seguir capacitando en el aprovechamiento del gas, pero en República Dominicana, es necesario hacer más esfuerzo en capacitación en energía limpia porque esta va mucho más rápido. Esto lo hacemos a través de cursos, programas y talleres, para que la gente pueda hablar de transición energética como habla de cosas cotidianas.
2) Investigación aplicada: El reto del centro es tener investigadores con proyectos de fondos multilaterales o de compañías, viendo las realidades de cada país de la región basado en data, es decir, determinar lo que es necesario hacer, soportando la estrategia en datos reales.
3) Difusión: necesitamos de eventos, libros, publicaciones para que esto se divulgue lo más posible.
En estos tres pilares estamos trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo, con escuelas de negocios y con la red de egresados del IESA en todo el mundo. Este es el propósito del centro: transición energética ajustada a las realidades de cada país y que las compañías, las organizaciones, los gobiernos y la gente entienda en el lenguaje más sencillo posible cómo pueden colaborar.
Nosotros pensamos que, con esta “cruzada” de formar gente, investigar con data y difundir “evangelizando” sobre la importancia de la transición energética, estamos impactando para que América Latina lo haga mejor.