Emprender: ¿Buena o mala decisión? ¡Conoce las 12 Mejores Lecciones!
Hace 2 años en el día de mi cumpleaños número 31, mi esposo y yo decidimos lanzar nuestra compañía. Con 2 laptops, 2 teléfonos, varios años de experiencia en la industria, muchas ganas y mucha fe, nos lanzamos a emprender. Esta fue sin duda la mejor decisión de mi vida y jamás he mirado atrás. Comparto con ustedes las lecciones más valiosas que he aprendido en mis dos años como emprendedora:
• Vas a tirar a la basura todos los planes que tenías en papel antes de lanzar tu empresa. Todo será diferente a lo que pensabas. Muchas cosas serán mejor y muchas otras serán más difíciles. Algunas cosas irán mas rápido y otras más lento de lo planeado. Empieza antes de estar listo. Ajusta tu plan y estrategia a medida que tu empresa y servicio vayan tomando fuerza. Tu compañía tendrá su propia personalidad y tomará tiempo desarrollarla.
• Al principio, vas a trabajar mucho más que en tu empleo. Al lanzar una compañía, un emprendedor está a cargo de absolutamente todo: ventas, clientes, finanzas, contabilidad, página web, contrataciones, marketing, redes sociales. Son 10 trabajos en uno. Pero, así como tienes toda la responsabilidad, también tienes todos los beneficios. Todas las ganancias son para ti. La motivación y el potencial son ilimitados.
• Ser emprendedor requiere fortaleza mental para seguir trabajando en paz en los meses lentos. No todos los meses se genera el mismo dinero. Hay meses muy por encima de lo proyectado. Hay meses muy por debajo. Lo importante es mantener claro la gran visión de tu empresa y su rendimiento durante el primer año y a mediano y largo plazo. Lo peor que puede hacer un emprendedor es desesperarse. La energía de la negatividad acelera los malos resultados. La energía creadora y productiva atrae más clientes y negocios. Aprendes a funcionar y disfrutar la vida a pesar de la incertidumbre. Con el tiempo, muchas cosas dejan de causarte ansiedad y entiendes los ciclos del negocio y de la vida.
• Cuando se alcance un nivel de ingreso sostenible, lo primero que un emprendedor debe hacer es contratar un experto en contabilidad. La contabilidad y los impuestos son funciones detalladas que toman tiempo y que te van a robar toda la energía porque no sabes hacerlas bien. ¡Un contable vale su peso en oro! Cuando alguien está a cargo de los números y los procesos detallados de los impuestos, tu creatividad y productividad continuarán enfocados en vender y crear.
• Sentirás frustración cuando las cosas no crecen tan rápido como quieres. Hay muchas publicaciones sobre emprendimiento. Muy pocas hablan de las historias reales de esfuerzo y paciencia requeridas para manejar una compañía nueva. No creas ni por un segundo que en el emprendimiento existen éxitos “de la noche a la mañana.” Todo emprendedor sabe que lo bueno toma tiempo en crecer.
• Tener un socio con tus mismos valores, pero con talentos diferentes, te salvará la vida. Un socio de negocios es tan importante como un esposo. Vas a hablar con esta persona todos los días y tendrán que tomar decisiones y riesgos grandes juntos. Tienen que aprender a confiar en las habilidades y fortalezas de cada uno. Nadie te entenderá tanto como tu socio. El emprendimiento, como la vida, es mejor en equipo y acompañado.
• La mayoría de personas que conoces van a creer que estás loco. Sobretodo si vienes de una carrera exitosa y estable. A muchos de tus conocidos se les hará difícil entender tu decisión de vivir sin jefe. Hay mucho pesimismo en las estadísticas de emprendimiento. Pero tú tienes que creer que si alguien encontró el éxito como emprendedor, entonces tú también puedes hacerlo. Es un compromiso a largo plazo y tus resultados dependen completamente de cuanto esfuerzo entregues. Si tiendes a renunciar a ideas o proyectos cuando llegan las dificultades, el emprendimiento puede que no sea aconsejable para ti.
• En tus primeros meses de emprendedor vas a aprender más que en 5 años en la Universidad. Algunos días te sentirás como un genio y otros días te sentirás como un mono. Todos los días tendrás por lo menos una conversación incómoda con algún proveedor, cliente o consultor. Te volverás más exigente y perderás la vergüenza de pedir exactamente lo que quieres. El emprendimiento está lleno de contradicciones. Algunas veces estoy en mi mejor vestido y tacones en eventos glamorosos de networking; y otras veces me paso 3 días seguidos en pijama trabajando sin ver a nadie. En la variedad está el placer.
• Te volverás experto en el manejo del tiempo, porque no hay tiempo que perder. Una hora perdida es dinero perdido. En tus ratos libres vas a querer seguir aprendiendo de tu negocio y cómo mejorarlo. Pierdes el interés por la televisión, el ocio y todo lo que no te haga un mejor empresario.
• Si crees en Dios, como emprendedor creerás mucho más en Él. Hay días en donde solo me queda decir: Dios, necesito un milagro. La magia de la fe será tu mejor aliado en los días complicados. El agradecimiento a Dios será tu mejor celebración en los buenos días de tu compañía. Dios se convierte en el socio principal de tu negocio, un socio que te guía, te abre puertas, te da oportunidades y te advierte de problemas. Creer en tu capacidad, y confiar que Dios tiene las mejores oportunidades delante de ti, es la combinación más poderosa que un emprendedor pueda tener.
• Te vuelves adicto a crear. Cuando construyes algo de la nada y funciona, quieres seguir creando. Es muy fácil dejarte tentar por mil ideas nuevas. Entre más emprendas, más quieres emprender. Ves posibilidades en todos los lugares y te olvidas de las limitaciones. Te vuelves emprendedor en todas las áreas de tu vida: tu salud, tus relaciones, tu trabajo.
• Llega un momento en el que todo toma su lugar y su camino. Los primeros meses son agitados, inestables, apasionados, con altibajos. Pero poco a poco, vas creando los procesos, sistemas, horarios y estrategias que mantienen un orden. El caos del principio es controlado y ahora hay un plan, o dos, para cada función. Siempre surgen incidentes de último minuto pero ahora tienes la experiencia para decidir qué es urgente y qué puede esperar. Y esa sabiduría trae balance a tu vida.
Un emprendedor no tiene problema con trabajar las 24 horas del día con tal de no trabajar 5 minutos para nadie más. Un emprendedor crea un negocio que apoye su estilo de vida. No se acomoda a un estilo de vida en función de su trabajo. El precio de la libertad es la incertidumbre y disciplina. Si estás dispuesto a pagarlo, tu vida como emprendedor será una gran aventura y un gran aprendizaje. Es un estilo de vida único que le aconsejo a todas las personas inquietas, rebeldes y extremadamente curiosas. Nuestra compañía, JET D’OR Global Private Jet Charter, ha sido el mejor aprendizaje de mi vida.